lo que no es.
No sé de qué se trata. Si de las pequeñas pecas bajo tus ojos marrones que hacen que me pierda en un laberinto del que no sé salir. Si es la manera en que te mueves para acomodarte cuando estamos tumbados juntos en el mismo sofá viejo descolorido. Si es cuando tu risa te ataca y te inclinas hacia delante para romperte en carcajadas. Si es el modo en el que tocas con tus pequeños dedos la palma de mi mano áspera. Si son tus canciones de pop anticuado del 2004. O siquiera si es tu dulce voz preguntando si esta vez estoy bien. Te tengo metida en la memoria mientras fumo otro cigarro en la ventana de este escuchimizado apartamento. También cuando estoy en el trabajo y por el megáfono suena tu canción favorita de Leiva y sobretodo por las noches cuando trato de dormir y tu imagen aparece apartando cada pensamiento, haciéndome olvidarlo como si estuviera ya harto de alcohol tratando de no recordar. Pero tu olor me sigue embriagando más que cualquier bebida destilada. Y quiero alejar...