Lo que no quiero sentir.

Creo que esta vez es la primera que no estoy equivocada. La primera vez de muchas en tantos meses. Estoy segura de que ya no tendré pensamientos erróneos ni sentimientos que no tocan. 
Y aunque debería alegrarme el hecho de que por una vez estoy en lo correcto, no lo hago. La razón de ello es el motivo por el que no estoy en lo equívoco. 
Tú no me echas de menos.
Puedo garantizar que no lo haces. 
Me has venido buscando muchas veces y sé que esta debería ser yo pero simplemente no puedo. 
Necesito escapar de ti, aunque en el fondo no sea lo que quiero. 
Siempre me he empeñado en que no quería que te convirtieras en recuerdos, ni que nuestra probable relación pasara a llamarse ''lo que pudo haber sido y no fue''. Y sé que debería ignorar esta tormenta que me está sucumbiendo pero simplemente no puedo escapar de ello. Los rayos ya me han alcanzado. Y me han partido en muchos pedazos. 
Sé que te has cansado. 
Pero no podemos hacer como si no hubiera pasado. 
Al menos yo no puedo. 
No puedo parar de pensar en que quiero volver a aquel día donde estábamos tan juntos que parecía que íbamos a fundirnos, a convertirnos en la misma persona. 
No puedo parar de pensar en tus brazos rodeándome. 
No puedo parar de pensar en tu mano entrelazada a la mía ni a tus puñeteras esmeraldas mirándome. 
No puedo parar de pensar en el sonido de tu voz susurrándome al oído.
Y ya no sólo en ese día, sino en todos los anteriores. 
Todas las veces que pudo haber sido. 
Y todas las veces que no fue. 
¿Cómo pretendes que vea amistad contigo donde nunca la hubo?
¿Cómo pretendes que ignore el hecho de que casi estuvimos a punto de ser el uno del otro?
Y ya no es esa la pregunta. 
¿Cómo puedes ignorarlo tú?
Sé que estás acostumbrado a esto, pero estoy empezando a pensar que estás un poco vacío de sentimiento. 
Después de tantas igual no te duele ya conmigo. 
Lo peor de todo es que yo aún sigo aquí rogando por ti.
Odio seguir queriéndote. 

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