El héroe que nadie quiere que seas.

Nadie te pidió que asumieras el papel de héroe que nos salvaba a los dos.
Nadie te dio permiso para mirar por el bien de todos.
Y aunque a nadie le parezca bien lo que estás haciendo,
continúas actuando de algún modo.

Quizá lo que no sabes es que sólo sabes actuar mal.
O igual no te importa porque puede que incluso únicamente mires por tu propio bien, construyendo los cimientos de tu castillo (robándome mis ladrillos).
La cuestión verdaderamente es si algún día dejarás de tirarme mis propias piedras.
¿Dejarás algún día de hacer daño?
Y la cuestión es que ya no te veo tan inocente, porque siembras el mal pero luego ocultas las manos tras la espalda, confundiéndonos a todos, puede que incluso a ti mismo.

Ya no hay trasfondos ni justificaciones de tu comportamiento.

Eres el único culpable.

Comentarios

Entradas populares de este blog

A veces

Lo que quiero

preguntas